Capítulo I: "Sobre cómo se hace un misántropo". Cuarta parte
Instantánea: Tornicheli de niño
(almorzando)
Fragmentos de la conversación entre Ticheli y Tornicheli en el bar angosto de techo bajo –
Tornicheli: “…los efectos son paradójicos, como en toda invención tecnológica. A ver; los celulares fueron inventados por el macho, o ejemplar masculino de la especie humana para conseguir hembras ¿Estamos de acuerdo?“
Ticheli: “Totalmente”.
Tornicheli: “Bien. El invento es exitoso, el macho con celular obtiene hembras. Eso está a la vista, no necesito argumentar mucho. Pero ahora vienen los efectos paradójicos y es que el invento se vuelve en contra de su creador. Hoy en día la mujer te pide celular, un hombre sin celular no consigue mujeres.”
Ticheli: “Yo, por ejemplo”
Tornicheli: “Exacto. La mina dice: ¿qué tiene este pibe? Y, una bicicleta, toca los tambores…”
Ticheli: “Un hippie mugriento”
Tornicheli: “Claro. Todo porque no tenés celular. Porque un celular te transformaría en un hippie cool, un pibe simpático que disfruta de la música y de su libertad.”
Ticheli: “Y no un hippie mugriento”
Tornicheli: Pero no es la bicicleta y los tambores lo que te hace un marginal, sino el no tener celular. Porque si tenés celular eso de andar en bici y tocar los tambores lo estás eligiendo vos.
Ticheli: Entiendo.
Tornicheli: Después viene el otro efecto paradojal que se da cuando uno, que sí tiene celular, consigue una chica. Entonces le enviás mensajes, te responde, hablás, arreglás citas, le escribís cosas lindas y se las mandás. Toda la relación se va configurando y va adquiriendo sentido alrededor de ese celular. Sobre él, de hecho. Y no parece, pero el asunto es sumamente frágil. Lo único que hay que hacer para terminar con esa relación es desatender al celular, correrlo del medio. No respondés los mensajes, no la llamás y todas las cosas que te unían a esa chica se quedan sin fundamento, se caen…
Ticheli: Que vendría a ser lo que vos hiciste con Eliana.
Tornicheli: Exacto. Pero ocurre que la hembra también puede hacer lo mismo con vos.
Tornicheli: “…los efectos son paradójicos, como en toda invención tecnológica. A ver; los celulares fueron inventados por el macho, o ejemplar masculino de la especie humana para conseguir hembras ¿Estamos de acuerdo?“
Ticheli: “Totalmente”.
Tornicheli: “Bien. El invento es exitoso, el macho con celular obtiene hembras. Eso está a la vista, no necesito argumentar mucho. Pero ahora vienen los efectos paradójicos y es que el invento se vuelve en contra de su creador. Hoy en día la mujer te pide celular, un hombre sin celular no consigue mujeres.”
Ticheli: “Yo, por ejemplo”
Tornicheli: “Exacto. La mina dice: ¿qué tiene este pibe? Y, una bicicleta, toca los tambores…”
Ticheli: “Un hippie mugriento”
Tornicheli: “Claro. Todo porque no tenés celular. Porque un celular te transformaría en un hippie cool, un pibe simpático que disfruta de la música y de su libertad.”
Ticheli: “Y no un hippie mugriento”
Tornicheli: Pero no es la bicicleta y los tambores lo que te hace un marginal, sino el no tener celular. Porque si tenés celular eso de andar en bici y tocar los tambores lo estás eligiendo vos.
Ticheli: Entiendo.
Tornicheli: Después viene el otro efecto paradojal que se da cuando uno, que sí tiene celular, consigue una chica. Entonces le enviás mensajes, te responde, hablás, arreglás citas, le escribís cosas lindas y se las mandás. Toda la relación se va configurando y va adquiriendo sentido alrededor de ese celular. Sobre él, de hecho. Y no parece, pero el asunto es sumamente frágil. Lo único que hay que hacer para terminar con esa relación es desatender al celular, correrlo del medio. No respondés los mensajes, no la llamás y todas las cosas que te unían a esa chica se quedan sin fundamento, se caen…
Ticheli: Que vendría a ser lo que vos hiciste con Eliana.
Tornicheli: Exacto. Pero ocurre que la hembra también puede hacer lo mismo con vos.