Capítulo I: "Sobre cómo se hace un misántropo" - Segunda parte
Detalles del partido de fútbol –
Momentos previos: Tornicheli atándose los cordones percibe un inflador dentro de su cabeza. Infla, desinfla, infla más, desinfla y luego infla aún más. Siente que juegan con los extremos de presión que su cabeza es capaz de soportar. Se levanta, pierde considerablemente el sentido del equilibrio pero no se cae. Su cerebro es una masa espesa e inerte, volcándose a un costado, al otro, chocándose con las paredes del cráneo. Enclavado ahí dentro, maloliente, sólo se mueve por inercia.
Hacia su estómago la sensación se extiende como podredumbre y materia fermentada. Sapos obesos que croan gases y escupen, enormes moscas y troncos blandos y húmedos se amontonan allí. Unos sobre otros; todo es verde y marrón, o marrón verdoso.
Minuto 0:35´´: Tornicheli recibe la pelota, se da vuelta y la toca hacia atrás, al zaguero. Siente una puntada en la parte superior del parietal derecho, el ojo de ese lado se le entrecierra involuntariamente.
Minuto 0:37´´: le devuelven la pelota a un toque. Tornicheli la tira larga por el extremo derecho, ensaya un pase a un compañero y va a recibir la devolución.
Minuto 0:38´´: cortan el pase. Tornicheli gira para bajar a marcar; se le cierra completamente el ojo derecho y parte de la sustancia en descomposición que alojaba en el estómago amaga con subir.
Minuto 3:22: corre a cabecear un centro que llega bombeado desde la izquierda. No llega, el arquero rival la intercepta y tira el pase para iniciar un contraataque rápido. Tornicheli da media vuelta y pretende dar el segundo pique consecutivo, ahora hacia su arco. Su estómago se lo impide, la sustancia rancia y pútrida sube esta vez demasiado alto. Tiene que detenerse e irse al borde de la cancha.
Minuto 4:11: pierden uno a cero. Cernosky le pide a Tornicheli que empiece a correr. No responde, va a solicitarle al arquero un cambio de posiciones. Se le cierra el ojo derecho mientras habla.
Minuto 15:39: el puntero derecho del equipo rival patea desde 30 metros. La pelota le pasa por debajo del pie y entra al arco. Un rival se acerca y le dice “sos un dibujito”.
Entretiempo: Martínez le exige a Tornicheli que salga del arco. Acepta, aunque no del todo convencido.
Minuto 46:42: Martínez ensaya un pase largo por la banda izquierda. Tornicheli emprende el pique hasta el balón, pero no ve con el ojo derecho y se repite en una serie de arcadas que lo hacen detenerse e inclinarse de cara al suelo. Hay risas en el equipo contrario, gestos y exclamaciones de desaprobación en el propio. Tornicheli no escucha nada.
Minuto 52:02: corre hacia la banda derecha para recibir un pase Tornicheli; toma el balón y pretende avanzar unos metros. Los sapos fofos que estaban en su estómago se agolpan en la garganta y comienzan a salir, junto con el pantano, de a oleadas. Tornicheli se da cuenta que aún tiene la pelota, la patea para atrás y se corre al borde de la cancha, donde sigue vomitando.
Momentos previos: Tornicheli atándose los cordones percibe un inflador dentro de su cabeza. Infla, desinfla, infla más, desinfla y luego infla aún más. Siente que juegan con los extremos de presión que su cabeza es capaz de soportar. Se levanta, pierde considerablemente el sentido del equilibrio pero no se cae. Su cerebro es una masa espesa e inerte, volcándose a un costado, al otro, chocándose con las paredes del cráneo. Enclavado ahí dentro, maloliente, sólo se mueve por inercia.
Hacia su estómago la sensación se extiende como podredumbre y materia fermentada. Sapos obesos que croan gases y escupen, enormes moscas y troncos blandos y húmedos se amontonan allí. Unos sobre otros; todo es verde y marrón, o marrón verdoso.
Minuto 0:35´´: Tornicheli recibe la pelota, se da vuelta y la toca hacia atrás, al zaguero. Siente una puntada en la parte superior del parietal derecho, el ojo de ese lado se le entrecierra involuntariamente.
Minuto 0:37´´: le devuelven la pelota a un toque. Tornicheli la tira larga por el extremo derecho, ensaya un pase a un compañero y va a recibir la devolución.
Minuto 0:38´´: cortan el pase. Tornicheli gira para bajar a marcar; se le cierra completamente el ojo derecho y parte de la sustancia en descomposición que alojaba en el estómago amaga con subir.
Minuto 3:22: corre a cabecear un centro que llega bombeado desde la izquierda. No llega, el arquero rival la intercepta y tira el pase para iniciar un contraataque rápido. Tornicheli da media vuelta y pretende dar el segundo pique consecutivo, ahora hacia su arco. Su estómago se lo impide, la sustancia rancia y pútrida sube esta vez demasiado alto. Tiene que detenerse e irse al borde de la cancha.
Minuto 4:11: pierden uno a cero. Cernosky le pide a Tornicheli que empiece a correr. No responde, va a solicitarle al arquero un cambio de posiciones. Se le cierra el ojo derecho mientras habla.
Minuto 15:39: el puntero derecho del equipo rival patea desde 30 metros. La pelota le pasa por debajo del pie y entra al arco. Un rival se acerca y le dice “sos un dibujito”.
Entretiempo: Martínez le exige a Tornicheli que salga del arco. Acepta, aunque no del todo convencido.
Minuto 46:42: Martínez ensaya un pase largo por la banda izquierda. Tornicheli emprende el pique hasta el balón, pero no ve con el ojo derecho y se repite en una serie de arcadas que lo hacen detenerse e inclinarse de cara al suelo. Hay risas en el equipo contrario, gestos y exclamaciones de desaprobación en el propio. Tornicheli no escucha nada.
Minuto 52:02: corre hacia la banda derecha para recibir un pase Tornicheli; toma el balón y pretende avanzar unos metros. Los sapos fofos que estaban en su estómago se agolpan en la garganta y comienzan a salir, junto con el pantano, de a oleadas. Tornicheli se da cuenta que aún tiene la pelota, la patea para atrás y se corre al borde de la cancha, donde sigue vomitando.
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